N° 4: no olvides hacer pausas
No esperes llegar al momento en el que ya no puedes más para descansar. Recuerda que una vez que hayas forzado demasiado la cuerda te tomará mucho tiempo volver a restablecerte. Lo mejor será que cada cierto tiempo en tu jornada laboral tomes unos minutos para ti, responder algún mensaje leer un artículo de periódico interesante o simplemente das una vuelta y respirar tranquilamente. Cuando retomes tus tareas lo harás con una frescura y una energía sin igual. ¡Verás cómo sí funciona!
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N° 5: un cuerpo y un espíritu sano
Nada te ayudará a tener un día productivo como despertarte con calma, desayunar completo y equilibrado. Toma un buen café con calma leyendo o simplemente saboreándolo. Come equilibrado desde la mañana hasta la noche. Nada de salir corriendo con una tostada en la boca y el vaso de café en la mano.Come tu tostada, sándwich, o tu bol de cereal acompañado de frutas frescas o un jugo natural, que te dará todas las vitaminas que necesitas. No pierdas todo el esfuerzo realizado al mediodía o en la noche. Alimentarse correctamente no solo afecta positivamente tu desempeño y productividad si no tu humor y mejora tu vida en general. Cuidar de sí mismo y de la alimentación día a día debe ser una prioridad.
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