Los tres símbolos más conocidos
El trébol
El trébol de tres hojas que crece en el césped y en la hierba muta de vez en cuando creando una cuarta hoja. Es extremadamente difícil encontrarlo (hay uno cada 10.000 tréboles "normales"). Esta planta tiene la reputación de dar buena suerte, siempre y cuando sea encontrada por casualidad. Cuentan que Eva, expulsada del paraíso, se llevó un trébol de cuatro hojas para afrontar más serenamente un mundo desconocido y hostil. Los griegos le atribuían la fuerza de los caballos de Zeus e incluso los druidas utilizaban sus potentes poderes... Cada hoja tiene su simbología, la primera, la esperanza, la segunda, la fe, la tercera, el amor y la cuarta… ¡la suerte!

La herradura
Inventada en el siglo IX, la herradura protege la pezuña de los caballos del desgaste. El metal (hierro) representa la fuerza, la potencia y la fiabilidad y se le asocia el poder de alejar los malos espíritus. Dicen que las herraduras traen suerte y prosperidad porque los herreros compraban las herraduras perdidas a quien se las encontraban por los caminos... Para dar buena suerte, la herradura debe colgarse en una pared encima de la puerta de entrada, al exterior, con los extremos girados hacia arriba, para que la felicidad se quede dentro y no se escape. También debe haber sido encontrada por casualidad y, de ser posible, aún con los clavos puestos. Cuanto más pequeña es la herradura, más felicidad trae.
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La pata de conejo (o de liebre)
Desde la prehistoria se utiliza como amuleto en numerosas culturas. En la Edad Media se suponía que advertía de los peligros inminentes, sobre todo si se llevaba en el brazo izquierdo. Además protegía contra brujos y brujas. A menudo se relaciona la pata de conejo con la fertilidad y la brujería.Algunos consideran que para tener verdaderos poderes, la pata debe provenir de un conejo o una liebre matada o capturada en condiciones especiales: un viernes (preferentemente viernes santo o viernes 13), de noche y por una persona que tenga estrabismo... A falta de reunir todas estas condiciones, es innegable que su suavidad tranquiliza a todo aquel que necesite tocar algo suave para calmar sus angustias.
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