Innovar dentro de nuestro propio marco. Estar abiertos a los cambios y las nuevas emociones sin dejar de lado nuestro crecimiento continuo puede ser un reto enorme. Para comenzar con buen pie en la ruta del cambio y el descubrimiento personal quizás necesites algo de sabiduría ancestral o un poco de ayuda de los astros.
¿Quieres lograr el éxito?
Aquí algunas ideas que pueden ayudarte en esta búsqueda.
1 Pequeños cambios todos los días
Aplica un poco de Kaizen a tu vida. Kaizen es un término que proviene del japonés y que significa literalmente: cambiar para mejor. Suele utilizarse en la optimización de procesos y de calidad de las empresas. Este término también implica hacer pequeños cambios todos los días que no requieran específicamente de grandes presupuestos. Si bien es el boom para el crecimiento empresarial es un concepto fácilmente adaptable a nuestra vida diaria.
Utiliza esos momentos en los que no puedes dejar de pensar para hacer una lista de las posibles cosas que puedes cambiar:
¿No te animas en las mañanas al salir de casa? Qué tal si cambias un poco la ruta. Haz la prueba, recuerda que todos los caminos llevan a Roma. ¿No te gusta tu guardarropa? No te frustres por el hecho de no poder comprar todo el tiempo prendas nuevas, piensa en nuevas combinaciones y maneras de usar lo que ya tienes. Es más que seguro que hay miles de opciones que simplemente no has visto. Además la moda siempre regresa, es solo cuestión de innovar un poco.
2 Cómo crear nuevos hábitos
Quieres tener nuevas experiencias pero sientes que tus hábitos son como camisas de fuerza de las que no puedes zafarte… Quieres ir al gimnasio o acudir a esa clase de baile que tanto te llama la atención, quisieras tener el hábito de leer regularmente y aprender cosas interesantes o quizás dedicarte un poco más a tu casa y a pequeños proyectos. Tal vez lo que te frustra es el hecho de conocer nunca gente nueva. Lo primero es ir paso por paso. Si te sientes abrumado(a) detente y respira profundo y lentamente cuatro veces. Ahora bien, una cosa a la vez. Debes identificar el problema y su causa. Por ejemplo, ¿no estás conforme con tu peso? Lo primero es ver que te ha hecho engordar y luego es el momento de comenzar a remplazar.
Quizás tu snack empacado favorito por tu fruta favorita.
No sirve de nada dejar de comer o empezar una dieta estricta solo porque estás desesperado(a). Cambiar tus hábitos con pequeños pasos puede ser menos traumático y tener un resultado real y duradero.
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¿Necesitas un consejo?
3 Nuestras tres zonas
Según Dawna Markova en su libro “The Open Mind” y M. J. Ryan escritora de “This Year I Will…” existen tres zonas en nuestras vidas: la zona de confort, la zona de estiramiento y la zona de estrés.
- Zona de confort: es aquella en la que estás rodeado(a) de gente y sensaciones conocidas. Donde te sientes cómodo(a) y sueles hacer siempre lo mismo. En esta zona se ubican todas tus actividades que ya son hábitos.
- Zona de estiramiento: es la zona en la que se encuentran las actividades y personas desconocidas, que pueden hacerte sentir un tanto incomodo(a) ya que no sabes bien cómo comportarte.
- Zona de estrés: Es la zona en la que te sientes tan incómodo(a) que te paralizas ante los eventos o personas que parecen ser más fuertes e imponentes que tú.
Las diferentes actividades y personas pasan de una zona a la otra en un flujo natural. Quedarse en la zona de confort es perderse de todas las cosas emocionantes y nuevas que suceden en la zona de estiramiento. Para crecer como ser humano y alejar de ti la frustración y el aburrimiento de la rutina debes salir a menudo de tu zona de confort y obligarte a experimentar cosas distintas. Los momentos en la zona de estrés suelen ser cortos y los resultados de intentar cosas nuevas siempre son benéficos. ¡No te arrepentirás!
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4 ¡Cero excusas!
- Solo necesitas un plan. Cada vez que te des cuenta que estás poniendo excusas saca una hoja y piensa en tres maneras de mejorar el problema del que te estás quejando.
- Nada puede detenerte. Todo en la vida se aprende y siempre es un buen momento para empezar. Si ves un obstáculo piensa que reconocerlo es siempre el primer paso para superarlo.
- Expresa plenamente tu personalidad. Debes trabajar con lo que eres y lo que tienes para lograr cosas mejores. No te desesperes piensa en una evolución más que en una revolución.
- Todo es cuestión de actitud. Tu felicidad solo depende de ti y solo tú tienes el poder de hacerte feliz, así que, manos a la obra.
- Crisis es creatividad. Nunca olvides que de todos los momentos difíciles se puede sacar algo bueno.