Me llama la atención, de una forma bastante significativa, cómo la inmensa mayoría de las personas confunden amor y unión espiritual con lo que en realidad son enganches emocionales perjudiciales y emociones extremas negativas que unen a las parejas a través de cordones energéticos. Tras romper la relación o empeorar la misma, son incapaces de soltar, para poder liberarse y ser completamente ellas mismas y de éste modo, evolucionar sentimental, emocional y personalmente.
Muchas son las personas que acuden a mí cada día con situaciones que se repiten, en seres completamente diferentes unos de otros. Con vidas dispares, con oficios completamente opuestos, pero con parejas o ex parejas sentimentales basadas en Estos mismos cordones energéticos negativos que, lejos de lograr separarse de ellos, se centran en pensar que es un amor especial. Una unión kármica (la cual ven como especial. Una unión sin igual, que muchos charlatanes les hacen creer al respecto, cuando está muy lejos de ser eso en realidad, aunque esto ya lo dejo para otro artículo, puesto que es un tema muy extenso y complejo).
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Obsesión amorosa
Al alimentar su mente con ese concepto de las relaciones kármicas, "especiales", "diferentes", van enganchándose aún más a través de los cordones energéticos anteriormente mencionados. Hecho que les hace desarrollar una falta de evolución inmensa y un grave problema de necesidad del ser al que están tan contraproducentemente vinculadas, que en el peor de los casos, corre el riesgo de convertirse en obsesión, como viene siendo la situación de las personas que han roto, que no se ven, pero que continúan unidas por las respectivas energías, independientemente a que sean éstas negativas o positivas, con las consiguientes consecuencias derivadas de los sentimientos obsesivos...
Y aunque parezca mentira, todo se debe a que hoy día la mayoría de las personas se centran en curtir un cuerpo perfecto en el gimnasio y un organismo sano y equilibrado, mientras se olvidan del equilibrio cuerpo-mente, tan importante y vital para una vida plenamente sana. A medida que se preocupan en exceso en el organismo y el cuerpo perfectamente moldeado, están obviando la enorme importancia que tiene el mantener un espíritu sano, equilibrado y fuerte, hasta llegar en ciertos casos a enfermar el alma, por no haberle prestado la atención necesaria a lo que es más importante en un ser humano. La muerte, queridas amigas, nos lo arrebatará todo, salvo el espíritu, que perdurará eternamente.
Salud espiritual
El gran problema reside a la hora de establecer relaciones afectivas, sentimentales, familiares o amistosas sanas y lógico, a raíz de ello, es cuando al romperse los vínculos negativos que pudimos en su momento mantener, se convierten en la mayoría de los casos en obsesiones muy difíciles de controlar y desde luego, más difíciles de establecer hábitos espirituales saludables, pero no imposibles, siempre y cuando queramos darle al espíritu y a la salud del mismo, la importancia que merece.
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Para todos aquéllos que se vean reflejados en estas definiciones, voy a exponeros unos ejercicios espirituales sencillos y realmente constructivos a la hora de sanar nuestras almas. Os invito, de todo corazón, a compartir vuestras experiencias al respecto en los comentarios, pero sólo una vez realizados los mismos.
Romper cordones energéticos
Según la tradición chamánica nativa de Norteamérica, las relaciones personales a medida que son forjadas van uniendo a los miembros de la misma a través de cordones energéticos, similares a hebras de seda, tan frágiles en apariencia pero tan resistentes en realidad. Lo único que debe hacerse cuando una relación que nos ha atado en un pasado a otra persona ya no es tal, pero no logramos desprendernos ni liberarnos de ella o cuando una relación aun existente nos es perjudicial, es romper dichas hebras energéticas, ni más ni menos. Es todo lo que debe hacerse para liberarse de lo que nada nos aporta en la actualidad positivo para nuestras vidas y de éste modo poder avanzar y evolucionar tanto espiritual, como sentimental así como personalmente en todas las áreas de nuestras vidas. Algo tan sencillo como eso y para ello os propongo realizar los siguientes ejercicios.
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Ejercicio espiritual para sanar
1º: Escoge tu postura de meditación favorita (para las que no suelan practicarlo, pueden sentarse en postura india. Por ejemplo, en un lugar cómodo, a poder ser encima de un cojín grueso en el suelo de alguna habitación silenciosa) Cierra los ojos y practica el ejercicio denominado "observar tu respiración". Para quienes no estéis familiarizados, esto se trata de respirar, inspirar, expirar, exhalar...Y ser consciente a la vez que se hace de ello, analizar cada sensación obtenida a través del ejercicio, etc.
2º: Observa tu respiración. Siente cómo la cima de la respiración llega al final de una inspiración y antes de próxima espiración. El punto más bajo llega al final de la exhalación y antes de la siguiente inspiración. Percibe cómo existe una pausa que tiene cabida tanto en la cima como en el punto más bajo de la respiración. Comienza a ampliar la duración de dichas pausas, de manera que la respiración se convierta en algo circular, incesante. Relájate en esa sensación y percepción espaciosa donde el tiempo parece detenerse.
3º: Piensa en una relación de la cual te quieras liberar. Visualiza a esa persona e imagina que le estás viendo en ese mismo instante. Percibe si se encuentra cerca o lejos de ti físicamente.
4º: Imagina, por un momento, que puedes ver y sentir las conexiones energéticas a través de las cuales te has comunicado con dicha persona en el pasado. Experimentarás dichas sensaciones en forma de melancolía, nostalgia, cosquilleo o quemazón interna. Deberás visualizar dichas conexiones energéticas en forma de finas hebras de seda o similares a las que posee una telaraña e imagina que son las conexiones que te unieron en un pasado a dicha persona.
5º: Si eliges cortar esas mismas hebras, toma imaginariamente un cuchillo y sin exageración, vas cortando con él las finas hebras de seda que te unen a ese ser. Si cortar te parece demasiado agresivo, puedes usar tus dedos e imaginariamente retorcer las hebras hasta romperlas. Una vez hecho esto, visualizas cómo se las entregas a otra persona que nada tenga que ver contigo ni con la mujer u hombre de quien te estás desvinculando espiritualmente (por ejemplo, un completo desconocido). Cada vez que se rompa una hebra, respira muy hondo para purificar tu cuerpo y alma.
6º: A medida que se sueltan las hebras, tu fuerza vital regresa a ti de forma natural, al igual que le sucederá a la otra persona.
7º: Debes ser consciente de todas las sensaciones que puedan derivar mientras vas alterando las energías. Afirma que estás [email protected] a soltar todos los vínculos (físicos, emocionales, mentales y espirituales). Y mientras te liberas enérgicamente de la otra persona, pide una bendición: "Que la Madre Diosa de la Naturaleza Dana brinde el mayor beneficio para los dos. Que así sea."
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