No es nada nuevo decir que estamos viviendo tiempos proféticos. ¿Pero realmente que significa una profecía? Cuando escuchamos la palabra profecía, es común asociarla con catástrofes, guerras, holocaustos o tragedias. Y podríamos decir que, en general, las profecías están asociadas a hechos de alguna manera negativos, pero el mayor error está en creer que son hechos inamovibles e incambiables. Ya el hecho de que en general los acontecimientos más negativos sean casi siempre profetizados con anterioridad nos debería hacer reflexionar que se trata de simples advertencias.
Profecías para este tiempo:
Cuando hablamos de profecías se nos vienen a la mente dos ejemplos, las profecías mayas y las de Nostradamus, unos por acertadas y otras por ser muy publicitadas. Pero en este artículo hablaremos de los mayas.
Los mayas
Cuando estudiamos a la civilización maya empezamos a enterarnos que eran grandes astrónomos, matemáticos, físicos, ingenieros, constructores; demostrando no solo que no fueron una civilización primitiva, sino que sabían tanto o más que nuestros actuales científicos… ¿Es esa una observación descabellada? No, puesto que casi mil años antes que las civilizaciones contemporáneas de su época, los mayas dominaban un sistema numérico binario exponencial, (el mismo que utiliza la naturaleza, en la división de las células) con base en el número 2.
Ya 500 años antes de los árabes, utilizaban el concepto del cero, y su calendario que sincroniza al sol, la luna y la tierra con el universo, es más exacto que el que utilizamos actualmente. Es más, sus medidas astronómicas probaron ser tan exactas, que comparándolas con las medidas tomadas por la NASA son apenas diferentes en milésimas de segundo. Por ejemplo: Según los mayas, la rotación completa de la tierra alrededor del sol es de 365,2420; mientras que la NASA (con toda la súper-tecnología actual) lo mide en 365,2422.
Estos increíbles astrónomos midieron incluso la rotación de nuestro sistema solar en la galaxia, lo que corresponde a 25.625 años.
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Sin embargo, lo más importante que han dejado los mayas han sido sus avisos a la humanidad futura. Por alguna razón, en el auge de su brillante civilización, abandonaron sus ciudades, dejando atrás palacios, observatorios astronómicos, obras de arte, cientos de monumentos y estelas, y desaparecieron. (a) Se dice que quedaron algunos guardianes de sus ciudades estado, y que ellos guardaron los valiosos códices hallados hasta ahora. Sus ciudades, repobladas por los Olmecas después, tal vez guardaban más secretos que se han perdido, pero en piedras esculpidas en bajorrelieve, comienza a aparecer una historia asombrosa en donde encontramos un calendario que abruptamente, finaliza luego de una cuenta de 25.000 años, justamente en el cambio de nuestro milenio.
Junto con ese calendario, siete profecías han sido descubiertas, las cuales nos avisan de un inminente cambio y es innegable que sus profecías tienen basamento científico, y aunque pocos saben de los casi imperceptibles llamados de atención que estamos recibiendo, en estos años han ocurrido cambios que, poco a poco, nos demuestran que dichas profecías están cumpliéndose, junto con muchas otras, surgidas de personas en distintas sociedades de todo el planeta, tales como los indios Hopi, Paracelso, Parravicini, Edgar Cayce, son muchas coincidencias que nos alertan, por lo cual sería sabio que escuchemos. Los Mayas nos dicen que desde el centro de la galaxia, cada 25.625 años, surge un "rayo sincronizador", que justamente sincroniza al sol y a todos los planetas, con una poderosa emanación de energía. En la rotación completa del sistema solar en la galaxia, ellos hacían una división de dicha elipse en cinco períodos de 5.125 años, los cuales eran: Mañana, Mediodía, Tarde, Atardecer y Noche (comparándolo metafóricamente con las etapas de un día terrestre). Según los mayas, justamente en nuestro nuevo milenio, estaremos ingresando en la mañana galáctica, y es marcada por el rayo sincronizador desde el centro.
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El tiempo del no tiempo
Los mayas nos dicen que el período intermedio al traspaso, dura 20 años, y ellos lo llaman "El tiempo del No-Tiempo", en donde ocurren grandes cambios. Es allí cuando debemos ser capaces de transformarnos, puesto que será nuestra decisión seguir como humanidad o perecer en nuestra autodestrucción. Esta transformación implica algo tan profundo como la elección de evolucionar. Energéticamente, conscientemente, en todos los planos.
Coincidentemente con respecto al “tiempo del no-tiempo”, Sixto Paz Wells (uno de los contactados más prestigiosos y serios del planeta) en su trabajo titulado “La cuenta regresiva” nos da un completo informe acerca del significado e implicancia de tal denominación y nos muestra la lógica de una realidad diferente.
Es evidente el tiempo caótico y conflictivo que estamos comenzando a vivir. También está claro que existen suficientes advertencias de los peligros de no tomar enserio nuestro papel como humanidad. Pero lo que más debemos tener en claro es que tenemos, sin lugar a dudas, el potencial para crear nuestro presente y futuro.
Tenemos la posibilidad y la responsabilidad de mejorar nuestra actitud. De esa forma vamos a proyectar nuestra forma de actuar en lo cotidiano, hacia un macro que es la sociedad. Y desde la sociedad vamos a influir en los poderes.
No podemos esperar que cambien las decisiones quienes ostentan el poder, no podemos aguardar una justicia divina si es que no hacemos nada nosotros.
Nuestra responsabilidad pasa por modificar nuestra actitud en nuestra familia, trabajo y entorno. Implica ejercer conscientemente nuestro derecho a opinión y voto en los sistemas políticos, y exigir que se cumplan nuestros derechos, colaborando activamente con quienes deciden y con la sociedad, a la vez que debemos controlar el correcto uso del poder, siempre con una actitud positiva y constructiva, con amor desinteresado.
Cuando tomamos la responsabilidad cada uno, es que vamos a incidir en el contexto general de la humanidad.
En el plano energético y espiritual, debemos tener en cuenta que nuestra actitud mental incide en lo que hacemos y afecta a la actitud mental colectiva, lo que puede generar hechos positivos o negativos de acuerdo al estado en que nos encontremos.
Recordemos que ya hemos evitado algunas profecías negativas. Tenemos el poder y la responsabilidad, la decisión es nuestra.
Es necesario cultivarnos espiritualmente, volcarnos al trabajo interno, mediante la meditación, oración, contemplación armonización con la naturaleza, de forma que el aparente clima caótico que podamos vivir, encuentre un refugio en nuestro interno, lo cual va a redundar en un mundo mejor.
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Despertar de la humanidad
Estamos viviendo una época maravillosa, de despertar humano. Tenemos una oportunidad única de dar un salto evolutivo excepcional.
A pesar de la aparente vitoria de las fuerzas oscuras debemos estar atentos a la cantidad de seres que trabajan incansablemente por un mundo mejor, desde organizaciones políticas, religiosas, desde esfuerzos individuales o a través de manifestaciones espontaneas, las cuales nos deben de llenar de orgullo como raza.
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De acuerdo a lo escrito por estos antiguos habitantes del continente americano, el supuesto "fin del mundo" sucederá el 23 de diciembre del 2012. Aún cuando no se habla de calamidades, los mayas describen a esta fecha como el momento exacto en el que ocurrirá una transformación en la vida de todos los seres humanos. El nuevo ciclo estará lleno de armonía y será libre de materialismos.
El momento es ahora, ya no hay tiempo que perder, existe un amplio espectro de actitudes positivas a tomar. Comencemos ya a trabajar con voluntad teniendo en cuenta el contexto general de los hechos. Recordemos siempre que las aparentes victorias del mal, son una visión parcializada de los acontecimientos. Busquemos siempre el conocimiento general y profundo de las cosas, por aquello que dijo ese gran Maestro: La verdad los hará libres.
Este artículo fue escrito por Yolanda Vidente.